viernes, 7 de agosto de 2015

Tetitas lecheras. Cuando toca trabajar.


“Hasta los tres años los niños necesitan a mamá por montones y mientras más segura es la relación que sienten con la madre, más conductas de protesta presentan cuando ella se va y más conductas de compensación cuando ella vuelve (quieren pasar todo el rato encima de ella), lo que algunas personas malinterpretan diciendo que el niño está mimado, enmadrado, malcriado, etc. No, este niño está creciendo sanamente.”

Así comentábamos en un post posterior, y hemos decidido empezar por ello, ya que creemos firmemente que lo mejor para un bebé es no separarse muchas horas de su madre hasta esa edad, porque no está psicológicamente preparado para soportar largas horas de separación de su cuidador principal, hasta obtener un apego seguro y haber pasado exitosamente por las etapas de “angustia de separación” (proceso psicológico que se da a partir de que los niños empiezan a gatear, en momentos en el que el bebé o niño ve peligrar la relación con la figura de apego, lo que puede provocarle inseguridades, ya que se da cuenta que mamá puede ir y no volver).

Pero como la realidad es otra y no muchas madres pueden quedarse en casa tanto tiempo, sea por razones económicas o por la responsabilidad que les exige su trabajo. Además que en la mayoría de los países el permiso maternal es extremadamente corto, tres, seis meses.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/28/baleares/1348843081.html

Ocurre entonces que, la mayoría, que entramos a trabajar “antes de tiempo” y que se nos hace difícil mantener la lactancia materna. Algunas optan por terminarla, pero no es necesario si no lo quieres así.

Para ello, lo mejor sería, hacerte un banco de leche materna congelada que alcance al menos para el tiempo en que  el niño se alimente exclusivamente de leche y, cuando comience la alimentación complementaria, aprovecharla  para las horas en que tú no estás, volviendo a la “barra libre” de tetita el tiempo que están juntos, lo que también les servirá a ambos para “sanar” el tiempo de separación.


Técnicas para extraer y congelar leche puedes encontrar aquí.
http://www.crececontigo.gob.cl/2009/desarrollo-infantil/extraccion-de-leche/


Vivo en España donde el permiso de maternidad son alrededor de 4 meses y medio. Al incorporarte tienes un permiso de lactancia diario de una hora, durante 6 meses, por lo que si lo juntas con tu permiso de maternidad se traduce en 15 días más, opción por la que opta la mayoría, porque habría que vivir al lado del trabajo para poder alcanzar a ir a ella, dar de mamar y volver…

Juntando los permisos y las vacaciones volví a trabajar cuando mi hijo iba a cumplir los 6 meses. Afortunadamente tuvimos la posibilidad de reducir mi jornada laboral a la mitad, separándonos  solamente 5 horas diarias.

En aquella época mi hijo tuvo que asistir a la guardería y allí le daban mi leche que yo venía almacenando desde sus tres meses. Como no aceptaba el biberón se la daban con cuchara espesada con un poco de cereales.

Sacarse leche al principio no es fácil, y es mejor comenzar a hacerlo desde el quinto mes, cuando la lactancia ya está establecida y tu confianza en ti misma y tus pechos también. Debes tener en cuenta que lo que el sacaleches logra extraer es apenas una parte de lo que tu hijo obtiene con su perfecta sabiduría y técnica chupeteadora. Así es que si al principio no sacas nada o muy poquito, no te estreses, es normal, poco a poco irá saliendo más. Si te pones muy nerviosa no lo lograrás y corres el riesgo de caer la tentación del biberón con fórmula, creyendo que come muy poco.


Así estuvimos hasta pasado los 6 meses cuando empezó a comer, en casa con el método BLW y en la guarde comía purés, así que le enviaba menos leche porque se la seguían dando con cereales “de postre”.

Así estábamos,  enviándole leche a la guardería y yo extrayéndome en el trabajo, en mis minutos de descanso y encerrada en el baño, no había lugar mejor. Como no era nada cómodo, la leche que extraía era muy poca, yo no me sentía relajada. Así que esto duró sólo 3 meses y el banco de leche nos duró hasta sus 9 o 10. Pero a esa edad ya comía frutas y yogurt con lo cual su postre de leche de mami no era tan necesario. Al llegar a casa tenía barra libre de tetita.
En la actualidad, con casi dos años y medio, yo aumenté mi jornada a 6 horas para ganar algo más pero también aprovechar de él, nos pasamos 7 horas separados. Él hace un año que no va a la guarde porque mi mamá lo cuida. Y seguimos lactando porque a los dos nos gusta (en algunas ocasiones a él más que a mí, quiero ser sincera)
Durante el día la tetita del reencuentro es mi preferida, cuando llego del trabajo y él despierta de su siesta, así nos rencontramos, nos olemos, nos miramos y nos acariciamos. Y su tetita predilecta yo diría que es la de dormir. Durante la noche, según sea, mama entre 2 y tropecientas veces.




Pero volvamos al punto de inicio de este post, trabajar y lactar, incluso con lactancia prolongada, sí se puede. Es trabajoso, pero con buena información, asesoría, organización, amor y voluntad se puede.

Lo mejor, para que las madres lactantes no tuviésemos  que preguntarnos cómo lo vamos a hacer cuando volvamos a trabajar, sería que los estados reconocieran la importancia de los primeros meses – años de vida para criar ciudadanos sanos y seguros y alargaran los permisos maternales al menos hasta los 12 meses. Pero hasta que eso ocurra…

No hay comentarios:

Publicar un comentario