domingo, 9 de noviembre de 2014

Términos usados en Mamás al 100

Este post es para aclarar algunos términos, que hemos estado usando.
De todos ellos hablaremos, y profundizaremos, en nuestras sucesivas entradas.

Alta demanda:

Este término fue definido por el Dr. William Sears (también acuñó el término Crianza con Apego), quien al ser padre por cuarta vez, se dio cuenta que su nueva hija no respondía a los patrones de sus hijos anteriores y que nada de lo que con ellos había funcionado, funcionaba.

En vez de desesperarse y querer amoldarla a lo que habían hecho antes, la respetaron y decidieron darle lo que pedía. Así comenzó a estudiar a otros bebé similares y llegó a las siguientes características de estos pequeños:

- Son intensos en todo lo que hacen.
- Hiperactivos.
- Absorbentes.
- Maman frecuentemente.
- Son muy demandantes.
- Tienen frecuentes despertares.
- Suelen estar insatisfechos.
- Son impredecibles.
- Hipersensibles.
- Necesitan contacto físico día y noche.
- No se calman solos.
- Son altamente sensibles a la separación.

Alguien podría decirnos que todos los bebés son así, es verdad todos los bebés demandan lo que necesitan, la diferencia con los bebés de alta demanda es que éstos te demandan a todas horas y nunca es suficiente lo que puedas darles.

Demandan principalmente (sobre todo en los primeros meses, que en vez de principalmente, diríamos casi exclusivamente) el contacto con su madre o quien haga de figura materna. Lloran a pesar de tener sus necesidades básicas cubiertas (sueño, frio, calor, hambre, pañal, etc.) incluso a pesar de estar en brazos. Necesitan ser porteados y mecidos constantemente.

El bebé de alta demanda tiene un sueño muy frágil y liviano. Les cuesta tanto conciliar el sueño y más aún mantenerlo. Necesitan de contacto físico y movimiento para dormirse, también de la voz de mamá que los calme y los vaya sumiendo en el sueño. Se tardan mucho rato en dormirse y para mantenerse durmiendo deben estar en brazos de mamá. Los despierta la más pequeña variación de temperatura, de luminosidad o un ruido pequeño.

El sueño es el aspecto más duro de sobrellevar ya que la madre no puede descansar ni de manera cómoda al tener que portearlo ni puede lograr dormir profundamente. Dormitamos cada noche al lado de nuestros hijos, esperando el próximo despertar.

La buena noticia, con el tiempo van cambiando y los despertares van disminuyendo progresivamente.

http://www.crianzadealtademanda.com/



Born out – madres agotadas :

Este síndrome fue descrito por primera vez en 1969 por H.B. Bradley. Se refiere a una serie de síntomas que se presentan como reacción a eventos estresantes en un ambiente laboral, “es un padecimiento que a grandes rasgos consistiría en la presencia de una respuesta prolongada de estrés en el organismo ante los factores estresantes emocionales e interpersonales que se presentan en el trabajo, que incluye fatiga crónica, ineficacia y negación de lo ocurrido”

http://es.wikipedia.org/wiki/Burnout_(s%C3%ADndrome)

Hemos visto que esta definición podríamos utilizarla también en el ambiente familiar, específicamente cuando la madre, o el cuidador, llegan a manifestar un agotamiento físico y psicológico extremos, además de un sentimiento de frustración e incapacidad en las tareas de la crianza.

En un estudio de la revista Mother and Baby , en que llamaron a esto “Síndrome de la Madre Agotada” se concluyó que el problema radica en algo fundamental: la falta de sueño.

http://www.sura.com/blogs/calidad-de-vida/sindrome-madre-agotada.aspx#sthash.NYFLuzqR.dpuf

Y, habiendo visto ya las características de la alta demanda, vemos que es posible que nosotras, como madres, tengamos más propensión a sufrirlo.

“Mamás al 100” también hace referencia a esta situación, somos mamás 100% demandadas y 100% cansadas, porque los frecuentes despertares de nuestros hijos hacen que descansemos poco y mal, y la intensidad en todas sus reacciones, nos pone en situaciones extremas en que hemos tenido que aprender a no perder la paz-ciencia, muy difícil cuando no hemos dormido bien, e inevitablemente nos viene el sentimiento de ser 100% incapaces.



Colecho:

Se define así el hecho de dormir con tus hijos, ya sea todos en la misma cama como a tener una cuna, u otras camas, adosadas a la principal, o en colchones en el suelo. Cada familia, puede utilizar su propia versión, según sus necesidades, su posibilidad de espacio y su comodidad.

Las ventajas del colecho son muchas y variadas, destacamos principalmente el poder estar cerca para atender al niño rápidamente en sus micro-despertares y evitar que se desvele y despierte del todo, así como el hecho de que madre o cuidador no debe desplazarse por la casa para atenderlo.

También hay muchas personas que lo desaconsejan por distintos motivos, que ya plantearemos, como por ejemplo la remota posibilidad de aplastarlo, o porque debe “aprender a dormirse solo”.

Lo cierto es que “los niños que duermen al lado de su madre lloran mucho menos frecuentemente y están menos tiempo despiertos. La madre, muchas veces, se da cuenta de las necesidades de su bebé pocos segundos antes de que él las solicite, con lo que se evitan muchos lloros. La comodidad de no tener que levantarse de la cama, sobre todo en época de frío, hace que la madre y el bebé normalmente vuelvan a dormirse casi enseguida”

http://www.crianzanatural.com/art/art1.html



Crianza respetuosa:

También llamada Crianza con Apego, tiene sus orígenes en los estudios del Dr. Sears.

Es una corriente basada en los principios de la teoría del apego, término acuñado por el psiquiatra y psicoanalista John Bowlby en la psicología del desarrollo. Según la teoría del apego, un fuerte enlace emocional con los padres durante la infancia, también conocido como apego seguro, es precursor del desarrollo de una personalidad segura e independiente y relaciones sanas y duraderas. Este tipo de crianza tendrá efectos positivos durante toda la niñez, adolescencia y adultez.

http://es.wikipedia.org/wiki/Crianza_con_apego

Según el pediatra español Carlos González, para lograrlo no debemos tener miedo a demostrar nuestros hijos lo mucho que los queremos, abrazarlos, hacerles caso, consolarlos cuando lloran, pasar mucho tiempo juntos y entenderlos, respetar que unas cosas les gustan y otras no, que son personas y tienen personalidad, que no se les puede gritar, humillar o ridiculizar.

En este tipo de crianza no tienen cabida, entonces, todos los métodos de adiestramiento infantil como la utilización recompensas y castigos, dejarlos llorar o ignorarlos, no atender lo que nos pidan, etc.

Normalmente los padres que practicamos crianza con apego, practicamos también colecho, porteo y lactancia prolongada.



Lactancia prolongada:

Con esto nos referimos a la lactancia materna dada más allá de los 6 meses, como es la (mal entendida) recomendación actual pediátrica.

La lactancia materna es, sin duda, el mejor alimento que le puedes entregar a tu hijo desde que nace. Y no sólo alimenta el cuerpo si no también el alma del bebé y de su mamá. Con esto nos referimos a que el pecho cumple también la función de entregar calor, cariño y consuelo.

Un bebé al pecho succiona para sacar leche o también para sentirse cerca de mamá y calmarse, qué mejor para un niño que estar en brazos de mamá recibiendo todo su calor y su amor.

Para la mamá dar el pecho también es dar su calor y su amor, es una entrega total; entrega su cuerpo, entrega su mirada, mirando a los ojos de su bebé, estableciendo contacto mutuo y fortaleciendo su apego.

Dar el pecho a demanda es adaptarse a las necesidades del niño y estar disponible para cuando el niño lo requiera, sea para comer, para dormir, para ser consolado, o lo que necesite.

Entidades como la OMS y la UNICEF recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y luego, apoyada por otros alimentos mínimo hasta los 2 años. Esto quiere decir, que a los 6 meses no se termina si no que se comienza con la alimentación complementaria y que tampoco se termina a los 2 años, este es un mínimo recomendado y luego será lo que madre y niño decidan.

Ellos han reconocido que la leche materna no deja de cumplir su función nutritiva, ya que está viva y va cambiando, según las necesidades nutricionales en cada etapa del niño. Además de seguir cumpliendo con todas sus funciones no nutritivas.

Creemos que un niño lactado después de los 6 meses, tiene más probabilidades de ser un niño feliz, un adulto feliz, independiente y seguro.

http://albalactanciamaterna.org/wp-content/uploads/LACTANCIA-PROLONGADA-Isolina-Rianyo.pdf



Porteo:

También llamado cangureo o crianza en brazos, hace referencia al hecho de llevar al bebé pegado a tu cuerpo mientras realizas otras actividades como pasear o las labores del hogar. Es la alternativa más respetuosa al capazo y/o silla de paseo, que ofrece transporte y ayuda al niño a sentirse seguro.

Existen distintos tipos de porteadores como mochilas ergonómicas, fulares, bandoleras, mei thai, todos te permiten mantener las manos libres y a tu bebé cómodo y seguro junto a ti.

Es muy recomendable en todos los casos que el cuidador tenga las condiciones físicas para hacerlo y creemos que es indispensable para mamás que tienen bebés pequeñitos (un año al menos), ya que en este primer año el contacto físico constante de mamá para el niño es muy beneficioso, permite un feliz desarrollo neurológico y emocional.

Debemos pensar que al nacer el bebé, después de haber pasado 9 meses siendo balanceado, estando calientito y cómodo, escuchando el corazón y los ruidos de mamá, vive el nacimiento como una separación para la que aún no está preparado.

http://rebozitos.wordpress.com/2009/08/05/como-y-por-que-del-porteo-de-bebes/




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