Hace poco menos de un mes que comencé un proceso de destete
nocturno, con mi cachorro, del cual hablaré más adelante, cuando haya finalizado.
Si bien aún no ha ocurrido el destete nocturno total, en
alguna despertada sigue exigiendo su tetita y no se conforma con mis canciones,
besitos o caricias, puedo decir que ya
no mama con la frecuencia de antes y que se puede dormir de otras maneras casi
sin reclamar.
Comentándolo con una amiga me decía que para que se destete
del todo por la noche, mejor que lo destete del todo por el día también, y que ella
creía que sería más fácil empezar por dejar la tetita de la siesta, pero si lo
pienso no creo que sea así. De hecho, esa es la tetita que a mí más me gusta,
la que más disfruto. Es nuestra tetita del reencuentro diario.Damián |
Con seguridad no soy la única mamá que cría con apego, que
da de mamar con más de 24 meses (26 ya) y que cuando vuelve a casa después del
trabajo siente un inmenso amor al conectarse con su hijo a través de la
lactancia.
Damián mama una vez durante la noche, otra larga, muy larga, en la madrugada antes de que yo me levante a trabajar, otra en medio o fin de la siesta y otra antes de dormir. Así que la tetita de la siesta es nuestra tetita del reencuentro, cuando después de estar separados 7 horas volvemos a estar juntitos.
Cuando estoy en el trabajo, pienso con mucha frecuencia en
él ¿Qué estará haciendo? ¿Cómo estará? ¿Estará contento? ¿Estará jugando? ¿Se
habrá dormido ya? Y muy a menudo, no aguanto la tentación y lo llamo para saber
de él (a mi mamá, quien lo cuida). Cuando salgo, me voy “corriendo corriendo” (así
le digo a él) para llegar y estar juntos.
Normalmente, cuando llego ya lleva una hora o poquito menos
de siesta y procuro no tener nada que hacer para quedarme echada en la cama
junto a él. Me suelo dormir en seguida o a veces me quedo mirándolo,
admirándolo, me encanta verlo dormir e imaginar lo que está soñando.
Y cuando despierta, abre sus ojitos y me dice “mamá” con una
gran sonrisa “olla” (hola) y enseguida agrega feliz “tetaaaaaa en boca” y ahí
voy yo y libero a su mejor amiga y mama y mama hasta saciar su sed de
lechita y de calor de mamá. Ocurre, casi
siempre, en este proceso que no había sacado de todo el sueño y se duerme con la
teta en la boca, así que nos acomodamos los dos y seguimos durmiendo abrazados,
hasta que ya despierta del todo... y siempre muy feliz.
Me imagino que sentirá él en esos momentos… supongo que se despierta buscándome y se tranquiliza encontrándome, en medio de sus sueños algo debe alertarle que ya es la hora “mi mamá debe de estar por llegar…. Parece que ahí está la siento que se acomoda a mi lado… a ver… voy a respirar “ffffffff (inspira)” …. síiiii es su olor… y si abro los ojitos… síiiii es ella “mamáaaa”…. “Olla”…. Me encanta porque cuando llega puedo volver a sentir la calidez de su leche en mi boca y trago la tranquilidad que ella contiene, porque estamos juntos otra vez y no nos separaremos hasta mañana cuando tenga que irse a ese lugar, trabajo dicen ellos… “mamá, teta en boca”… qué rico ahí viene mi tetita y el cuerpo y calor de mi mami, pegaditos… ahhhh qué bueno! Te echaba de menos mamá, y a mi tetita….. Uy parece que me estoy relajando otra vez ahhhh qué sueño tengo y si cierro mis ojitos otro rato? Ahhhhh mamáaaaaa, tetitaaaaa”
Damian&Mirra |
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