lunes, 11 de mayo de 2015

Tetitas lecheras: la de la siesta, la del reencuentro


Hace poco menos de un mes que comencé un proceso de destete nocturno, con mi cachorro, del cual hablaré más adelante, cuando haya finalizado.

Si bien aún no ha ocurrido el destete nocturno total, en alguna despertada sigue exigiendo su tetita y no se conforma con mis canciones, besitos o  caricias, puedo decir que ya no mama con la frecuencia de antes y que se puede dormir de otras maneras casi sin reclamar.
Comentándolo con una amiga me decía que para que se destete del todo por la noche, mejor que lo destete del todo por el día también, y que ella creía que sería más fácil empezar por dejar la tetita de la siesta, pero si lo pienso no creo que sea así. De hecho, esa es la tetita que a mí más me gusta, la que más disfruto. Es nuestra tetita del reencuentro diario.

Damián
Y entonces me puse a pensar en el reencuentro que vivo cada día con mi hijo y creo que es el momento de la jornada en que más cerca me siento de él.

Con seguridad no soy la única mamá que cría con apego, que da de mamar con más de 24 meses (26 ya) y que cuando vuelve a casa después del trabajo siente un inmenso amor al conectarse con su hijo a través de la lactancia.



Damián mama una vez durante la noche, otra larga, muy larga, en la madrugada antes de que yo me levante a trabajar, otra en medio o fin de la siesta y otra antes de dormir. Así que la tetita de la siesta es nuestra tetita del reencuentro, cuando después de estar separados 7 horas volvemos a estar juntitos.

Cuando estoy en el trabajo, pienso con mucha frecuencia en él ¿Qué estará haciendo? ¿Cómo estará? ¿Estará contento? ¿Estará jugando? ¿Se habrá dormido ya? Y muy a menudo, no aguanto la tentación y lo llamo para saber de él (a mi mamá, quien lo cuida). Cuando salgo, me voy “corriendo corriendo” (así le digo a él) para llegar y estar juntos.

Normalmente, cuando llego ya lleva una hora o poquito menos de siesta y procuro no tener nada que hacer para quedarme echada en la cama junto a él. Me suelo dormir en seguida o a veces me quedo mirándolo, admirándolo, me encanta verlo dormir e imaginar lo que está soñando.

Y cuando despierta, abre sus ojitos y me dice “mamá” con una gran sonrisa “olla” (hola) y enseguida agrega feliz “tetaaaaaa en boca” y ahí voy yo y libero a su mejor amiga y mama y mama hasta saciar su sed de lechita  y de calor de mamá. Ocurre, casi siempre, en este proceso que no había sacado de todo el sueño y se duerme con la teta en la boca, así que nos acomodamos los dos y seguimos durmiendo abrazados, hasta que ya despierta del todo...  y siempre muy feliz.

Me imagino que sentirá él en esos momentos… supongo que se despierta buscándome y se tranquiliza encontrándome, en medio de sus sueños algo debe alertarle que ya es la hora “mi mamá debe de estar por llegar…. Parece que ahí está la siento que se acomoda a mi lado… a ver… voy a respirar “ffffffff  (inspira)” …. síiiii es su olor… y si abro los ojitos… síiiii es ella “mamáaaa”…. “Olla”…. Me encanta porque cuando llega puedo volver a sentir la calidez de su leche en mi boca y trago la tranquilidad que ella contiene, porque estamos juntos otra vez y no nos separaremos hasta mañana cuando tenga que irse a ese lugar, trabajo dicen ellos… “mamá, teta en boca”… qué rico ahí viene mi tetita y el cuerpo y calor de mi mami, pegaditos… ahhhh qué bueno! Te echaba de menos mamá, y a mi tetita….. Uy parece que me estoy relajando otra vez ahhhh qué sueño tengo y si cierro mis ojitos otro rato? Ahhhhh mamáaaaaa, tetitaaaaa”
Damian&Mirra
Y al mismo tiempo, yo voy pensando “qué rico eres Damián, eres lo mejor de mi vida. Cuánto te eché de menos en el trabajo, pero  me vine corriendo corriendo para estar contigo. Qué pena hijo no poder dejar de trabajar para quedarme contigo en casa, pero no importa aprovecharemos toda la tarde y la noche juntos. Te miro y estás tan grande, mi amor, has estirado muchísimo y eres el amorcito de mi vida de mi alma y de mi corazón, muy simpático, divertido, inteligente, cariñoso y guapo! Ay Damián que feliz soy a tu lado, qué felices somos los tres, a pesar de dormir tan poco, hijo, cuándo vas a mejorar eso? Sería perfecto. Mi amor, como se mueve tu boquita, chupa que te chupa, qué rico sentirte tragar, seguro estás disfrutando este momento tanto como yo… cerca, cerquita mio, mmmmmm (inspiro) huelo tu pelito, hueles  a cachorro mi perrito… te amo tanto… (cierro mis ojitos)…

Definitivamente no, si depende de mí la tetita del reencuentro será la última que retire en este proceso de destete.

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