“Hasta los tres años los niños necesitan a mamá por montones y mientras más
segura es la relación que sienten con la madre, más conductas de protesta
presentan cuando ella se va y más conductas de compensación cuando ella vuelve
(quieren pasar todo el rato encima de ella), lo que algunas personas
malinterpretan diciendo que el niño está mimado, enmadrado, malcriado, etc. No,
este niño está creciendo sanamente.”
(Mamás al 100, http://mamasalcien.blogspot.com.es/2014/12/no-te-vayas-mama-apego-y-angustia-de.html)
Así
comentábamos en un post posterior, y hemos decidido empezar por ello, ya que
creemos firmemente que lo mejor para un bebé es no separarse muchas horas de su
madre hasta esa edad, porque no está psicológicamente preparado para soportar
largas horas de separación de su cuidador principal, hasta obtener un apego
seguro y haber pasado exitosamente por las etapas de “angustia de separación”
(proceso psicológico que se da a partir de que los niños empiezan a gatear, en
momentos en el que el bebé o niño ve peligrar la relación con la figura de
apego, lo que puede provocarle inseguridades, ya que se da cuenta que mamá
puede ir y no volver).
Pero como la realidad es otra y no
muchas madres pueden quedarse en casa tanto tiempo, sea por razones económicas
o por la responsabilidad que les exige su trabajo. Además que en la mayoría de
los países el permiso maternal es extremadamente corto, tres, seis meses.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/28/baleares/1348843081.html
Ocurre entonces
que, la mayoría, que entramos a trabajar “antes de tiempo” y que se nos hace
difícil mantener la lactancia materna. Algunas optan por terminarla, pero no es
necesario si no lo quieres así.
Para ello, lo mejor sería, hacerte un banco de leche materna
congelada que alcance al menos para el tiempo en que el niño se alimente exclusivamente de leche
y, cuando comience la alimentación complementaria, aprovecharla para las horas en que tú no estás, volviendo
a la “barra libre” de tetita el tiempo que están juntos, lo que también les
servirá a ambos para “sanar” el tiempo de separación.
Técnicas para extraer y congelar leche puedes encontrar
aquí.
http://www.crececontigo.gob.cl/2009/desarrollo-infantil/extraccion-de-leche/
Vivo en España donde el permiso de maternidad son alrededor
de 4 meses y medio. Al incorporarte tienes un permiso de lactancia diario de
una hora, durante 6 meses, por lo que si lo juntas con tu permiso de maternidad
se traduce en 15 días más, opción por la que opta la mayoría, porque habría que
vivir al lado del trabajo para poder alcanzar a ir a ella, dar de mamar y
volver…
Juntando los permisos y las vacaciones volví a trabajar
cuando mi hijo iba a cumplir los 6 meses. Afortunadamente tuvimos la
posibilidad de reducir mi jornada laboral a la mitad, separándonos solamente 5 horas diarias.
En aquella época mi hijo tuvo que asistir a la guardería y
allí le daban mi leche que yo venía almacenando desde sus tres meses. Como no
aceptaba el biberón se la daban con cuchara espesada con un poco de cereales.
Sacarse leche al principio no es fácil, y es mejor comenzar a
hacerlo desde el quinto mes, cuando la lactancia ya está establecida y tu
confianza en ti misma y tus pechos también. Debes tener en cuenta que lo que el
sacaleches logra extraer es apenas una parte de lo que tu hijo obtiene con su
perfecta sabiduría y técnica chupeteadora. Así es que si al principio no sacas
nada o muy poquito, no te estreses, es normal, poco a poco irá saliendo más. Si
te pones muy nerviosa no lo lograrás y corres el riesgo de caer la tentación
del biberón con fórmula, creyendo que come muy poco.
Así estuvimos hasta pasado los 6 meses cuando empezó a
comer, en casa con el método BLW y en la guarde comía purés, así que le enviaba
menos leche porque se la seguían dando con cereales “de postre”.
Así estábamos, enviándole leche a la guardería y yo
extrayéndome en el trabajo, en mis minutos de descanso y encerrada en el baño,
no había lugar mejor. Como no era nada cómodo, la leche que extraía era muy
poca, yo no me sentía relajada. Así que esto duró sólo 3 meses y el banco de
leche nos duró hasta sus 9 o 10. Pero a esa edad ya comía frutas y yogurt con
lo cual su postre de leche de mami no era tan necesario. Al llegar a casa tenía
barra libre de tetita.
En la actualidad, con casi dos años y medio, yo aumenté mi
jornada a 6 horas para ganar algo más pero también aprovechar de él, nos
pasamos 7 horas separados. Él hace un año que no va a la guarde porque mi mamá
lo cuida. Y seguimos lactando porque a los dos nos gusta (en algunas ocasiones
a él más que a mí, quiero ser sincera)
Durante el día la tetita del reencuentro es mi preferida,
cuando llego del trabajo y él despierta de su siesta, así nos rencontramos, nos
olemos, nos miramos y nos acariciamos. Y su tetita predilecta yo diría que es
la de dormir. Durante la noche, según sea, mama entre 2 y tropecientas veces.
Pero volvamos al punto de inicio de este post, trabajar y lactar, incluso con lactancia prolongada, sí se puede. Es trabajoso, pero con buena información, asesoría, organización, amor y voluntad se puede.
Lo mejor, para que las madres lactantes no tuviésemos que preguntarnos cómo lo vamos a hacer cuando
volvamos a trabajar, sería que los estados reconocieran la importancia de los
primeros meses – años de vida para criar ciudadanos sanos y seguros y alargaran
los permisos maternales al menos hasta los 12 meses. Pero hasta que eso ocurra…
No hay comentarios:
Publicar un comentario