lunes, 22 de junio de 2015

De cómo tu vida ha cambiado la mía

.... Y cómo dice mi hermana, de como te has convertido en mi persona favorita.


Desde, el día en que te ví
Sentí como que ya te conocía
Un minuto fue suficiente y ya sentía quererte
Me encanta que seas tan ocurrente
De repente dices cosas que me vuelan la mente simplemente
Pero siempre estás presente
Aunque no pueda verte
De locura casi estamos igual
De un día a otro me volví tu mega fan
Y ya eres mi persona favorita
Cada minuto a tu lado es genial
Y no hay nada en el mundo mundial
Que ame más que estar contigo
Cada momento lo haces especial
Tú eres mi persona favorita
Y aunque no siempre lo ando diciendo
Es buen momento decirte que te quiero
Te quiero te quiero y siempre asi será

(De Angelina a Roma, su sobrina, que también es mi sobrina)




Aprendizajes, muchos aprendizajes. Cansancio, muchisimo cansancio. Ogullo, orgullosa estoy de ser tu madre. Felicidad, felicidad a montones, hijo. Principalmente es en eso en como tu vida ha cambiado la mía, en lo que tu vida ha aportado a la mía.

El cansancio no es un aporte esperado, no es algo que yo quisiera, pero ahí está. Es parte de ser tu mamá, parte de criarte como te criamos, es parte de amarte como te amo, es parte de nuestra relación, es parte de nuestro estar juntos. Y no podría ser de otra manera, porque si lo fuera tú no serias tú, yo no sería yo, no te criaríamos como lo hacemos y un montón de otras cosas, tal vez. Asi es que acepto el cansancio como parte importante, venía en el paquete, venía contigo.

Aprendizajes, tampoco eran esperados, mi amor. Tampoco esperaba que fuera a aprender tanto, pero tu con tu manera de ser, con tu ser intenso, con tu ser bello, con tu ser tú. Con tu manera de exigir lo que por derecho te toca, me has conducido a ellos. Me has llevado por el camino de la búsqueda, de información, búsqueda de conocimientos, búsqueda de alternativas, búsqueda de apoyo y de tribu. Y en todas ellas he encontrado y he aprendido.

He encontrado información, que nos ha ayudado a comprender, a aprehender, hacer nuestro y hacerte nuestro, tal como eres. Todo ello nos ha llevado a ayudarte en tu desarrollo y a hacer de ti el niño que eres, simpático, divertido, inteligente y sobretodo el niño feliz que te veo, que te ven. La gente te ve, y eso me llena de orgullo, hijo.

Orgullo de ser tu mamá, orgullo de que seas quien eres, orgullo de como te educamos, orgullo de tenerte y orgullo de amarte.

En lo cotidiano, tu llegada a nuestra vida ha cambiado la mía radicalmente.

Ya son muy pocos los momentos que tengo para estar conmigo misma, para mi soledad, para pensar para reflexionar y para hacer cosas para mí. Y, en cambio, tengo muchos espacios para estar contigo, para jugar, para reir, para leerte, para aprender, para enseñarte, para pasear, para calmarte. Muchísimos momentos de tetita, muchísimos espacios de mimos y caricias, de risas, mi amor. Lo pasamos bien juntos.

Pocos espacios y momentos tenemos ya con papá para estar juntos. Pocos momentos de pareja. Tenemos que planificarlos con interés especial, poco espacio para la improvisación. Y, sin embargo, tenemos muchos momentos cotidianos los tres. Casi todo lo hacemos juntos, cenar cantando, jugando contigo, leyéndote o viendo un cantajuego, que te gustan tanto. Tenemos muchos espacios para pasear los tres de la mano, para jugar, para el columpio y el tobogán, para hacer moldes en la arena, con agua ahora que es verano, y para correr con la pelota... para pasarlo bien los tres juntos.


En lo emocional, en lo personal, tu vida ha aportado a la mía, mucha seguridad, tranquilidad y felicidad. Me siento segura en como soy tu mamá, tranquila de lo que hago por y para ti y de cómo lo hago, y me siento feliz de serlo y hacerlo.

Ha aportado tambien sabiduría, a través de los aprendizajes. Y me ha llenado de orgullo y alegría.

He ganado muchísimo siendo tu mamá, sí también he perdido sobre todo en tiempo para mí y la pareja, y en descanso. Estoy siempre cansada y, a veces, con una baja de ánimo por cansancio. Pero, es verdad, llegas tú con tu sonrisa, con tus ocurrencias y tus juegos, con tu manera de llamarme "mamáaaaa", ya eso me hace seguir, y contenta.

Y me has aportado paz-ciencia, con tu mal dormir y tu fan tetita, he aprendido que todo tiene su tiempo, que todo llegará. He aprendido a esperar y a disfrutar de la espera, a que todo ocurrirá cuando estés preparado. También paciencia en general, al enseñarte que las cosas con calma y paciencia resultan mejor. Y para enseñarte a ti, he tenido que aprenderlo yo. He aprendido para ti y contigo.

Apertura de mente. Contigo y gracias a tí, he aprendido cosas que antes me habrian parecido raras o erradas, pero que ahora encuentro naturales, no encuentro ya mejor manera de hacer.


Mi amor, creo que este es un buen resumen de la forma en que tu vida ha cambiado la mía, de la manera que el hecho de ser tu mamá ha transformado mi mundo.

Espero que la manera en que que yo estoy acompañándote en tu vida, guiándote, sea la forma que deseo que sea. Espero ayudar a hacer de tí un niño íntegro, inteligente, sano mental y emocionalmente. Y un niño feliz, empático, divertido. Un niño Damián, asi como eres ahora. Me gustaría que sigas así y que te conviertas en un hombre Damián.







lunes, 8 de junio de 2015

Control de esfínteres.Yo no le quite el pañal, lo dejó solo.

 

Y ya llegó, esta semana hemos dicho "Adiós pañal" definitivamente. Después de casi cinco meses de proceso, sin presiones, sin lágrimas, sin pipis perdidos, feliz él, feliz nosotros.

De hecho, hoy ya regalé los pañales que quedaban, dejando unos cuantos eso sí, por si un día o noche pide usar.

Y fue así, nos fuimos de vacaciones y en el hotel me pidió dormir sin ellos, "noooo, mamá pañal no", le pedí que los usara en esa cama que no era nuestra y que en casita lo quitaríamos si él quería. Dicho y hecho. Apenas llegamos a casa me pidió dormir sin pañal.

Le conté que había que hacer pipito siempre antes de irse a dormir y así lo hace, todas las noches le pedimos que haga pipí y hace, aunque sea un poquito.

Un par de noches, en alguno de sus despertares, me ha pedido ir al baño.

Ya veía yo que esto vendría pronto, llevaba semanas despertando, de la siesta y de la noche, sequito. De hecho terminaba tirando el pañal por estar tan usado, pero sin ninguna gota!

Es lindo ver como crece tu hijo y se hace independiente, pero también da mucha nostalgia del bebito que se va.

Estoy feliz de cómo se dió este proceso para nosotros.

.....


Damián ya no usa pañal, solo para dormir. Quiero contarles sobre este proceso, lo lindo, natural y fácil que ha sido.

Antes de ser mamá, había escuchado que alrededor de los dos años había que quitar el pañal a los niños y que para ello, normalmente, se esperaba el verano para que el niño pudiera mojarse a sus anchas y que había que estar ofreciendo el orinal en todo momento. Incluso he visto algunos que salen con su orinal al parque.



Cuando fui madre me pregunté como sería ese proceso, si me daría cuenta del momento en que sería adecuado y mi mamá decía que ella me quitó el pañal al año!! en verano y haciendo lo que dije antes.

Una buena amiga me contó el proceso de "despañal" de su hijo, en síntesis fue que nunca lo quitó ella si no que esperó a que él lo pidiera espontáneamente, y ella le ofrecía ponerse calzoncillo o pañal cada día. Su despañal ocurrio cerca de los tres años.

La verdad, me pareció bastante lógico (natural y respetuoso) esperar a que el niño te diga que ya no quiere usarlo y no imponerlo según nuestras conveniencias. Mi hermana le quitó el pañal a mi sobrina con dos años porque en la guardería se lo imponían así y lo enana tuvo que acatar lo que su mamá tuvo que acatar de la guardería. Irrespetuoso y apurón para la familia y la niña, al final.

Esperar el momento justo, era la idea que tenía en mi cabeza entonces, lo que también comulgaba con todas las lecturas sobre crianza respetuosa que comencé a hacer al convertirme en madre.

Y nuestro momento de despañal llegó, como todo proceso, lentamente pero evidente. Fue un darme cuenta casi sin darme cuenta. Ha sido largo, sorprendente y divertido.

Llegó como con 20 meses de edad, cuando mi hijo comenzó a sentirse súper interesado en vernos ir al baño, tenía que tratar de mirar a toda costa, cómo nos salía el pipi y la caca cuando nosotros íbamos al baño. Asi que agarrándonos de la apertura de mente que la crianza de un hijo nos entrega y de la falta de pudor, le dejamos mirar a sus anchas y jugábamos al "chao chao caca, chao chao pipi" y que fuera él quien tirara de la cadena.

Le explicamos como salen los desechos y por dónde y le dejamos también mirar su caca y pipi en el pañal, cada vez que lo pedía. Diría que ese fue el primer paso.





El segundo paso fue comprarle un adaptador para el baño. No elegimos orinal, porque nos pareció que el primero es más directo a la realidad, además luego tendríamos que volver a pasar un proceso para cambiar el uso del orinal al wc, así que lo hicimos directo al wc.

Fuimos a comprarlo juntos y lo colgamos de la pared, al lado del wc, consecuente explicación de su utilidad y uso. Ahi se quedó un mes o más.


Un buen día pidió usarlo, sorpresa para los padres, halagos para el pequeño. No hizo nada, pero se sentó feliz y al otro día lo mismo. Al tercero, hizo su primera caca sentado en su adaptador. Fiesta total, y él orgulloso haciendo, por primera vez, "chao chao" a su propia caca. Y así era, un día hacía en el adaptador, al otro no, o pedía adaptador cuando ya había hecho en el pañal pero igual tirábamos su caca al wc para despedirla. Hasta que se hizo habitual que dejara de hacerse en el pañal.

A los tres meses aprox. de dominada la caca, y después de haber estudiado atentamente cómo Santiago el hijo de mi amiga hacia pipi de pie en nuestro baño, empezó a pedir pis de pie. Entonces le puse un cajón de fresas para subirse y que pudiera llegar a la altura de orinar sin mojarse y lo dejamos ahí para ello.

Como era de esperar, las primeras veces no hizo nada y pedía hacer cada media hora, un juego súper divertido. Así que al tercer o cuarto día de este nuevo juego le preguntamos si prefería quedarse sin pañal e ir en calzoncillos, a lo que aceptó gustoso y nosotros preparamos la fregona para ir limpiando. Y sorpresa! casi no fue necesario usarla ya que de inmediato empezó a hacer pis en el wc, de pie sobre su cajón de fresas, o en la calle, regando cualquier arbolito que se nos cruzaba.


Así dejó el pañal de día y así llevamos un mes. Ha sido natural, fácil y respetuoso de sus tiempos. Un proceso de unos 5 meses en total y que me sorprende por su capacidad de tomar la iniciativa y de decidir.

Respetamos cuando nos pide, en alguna ocasión, ponerse pañal o no quitárselo después de la siesta o quitárselo en la calle. El mismo decide si pañal o calzoncillo y casi siempre va en calzoncillos o "puchucho" (pilucho - desnudo, en chileno).

Supongo que el siguiente paso será ofrecer quitarle el pañal también para dormir, una vez que ya amanezca seco, o bien esperar que él mismo nos pida no usarlo ni en la siesta ni en la noche.

Métodos para quitar el pañal por Internet puedes encontrar muchos, algunos mas rápidos que otros, más respetuosos o no. Esto que yo te cuento no es un método ni una técnica, es nuestra experiencia y creo que debería ser la de todos, consiste en no quitar el pañal y esperar a que él/ella lo deje por sí mismo/a, ofrecerle información, guía y oportunidades. Lo dejará en el momento en que se sienta preparado/a.





martes, 2 de junio de 2015

10 cosas que no debiéramos decir a nuestros hijos

Conversando con una amiga muy querida, hablábamos de algunas cosas que dicen los padres y las madres, y del trasfondo que pueden tener y de cómo realmente repercuten en nuestro comportamiento de niños y de adultos.

Están tan arraigadas a nuestra cultura que nosotros, nuestros padres, nuestros abuelos mas de alguna vez nos lo han dicho.
 
Leyendo más sobre el poder del lenguaje y el tener cuidado con lo que sale de nuestra boca, llegué a una lista de frases (por supuesto hay más)  que te cuento en este post que no debiéramos decir a nuestros hijos, porque dañan y hieren.
 
Los niños ven a sus padres como la máxima expresión de amor y de seguridad, somos el centro de su mundo y todo aquello que venga de nuestra boca, ya sea positivo o negativo,  los marcará para siempre

1. A ver, yo lo hago por tí.

Vemos a nuestr@ hij@ luchando por hacer alguna actividad, empezamos a perder la paciencia y lo único que se nos ocurre es terminarlo por ellos. Si siempre tomamos el control de lo que los pequeños hacen ¿Cómo aprenderán y cómo confiarán en sus capacidades? Por supuesto, es importante acompañarlos en la tarea si los vemos muy complicados, pero no hacerlo a un lado para acabar de una vez por todas lo que no pueden hacer.

Lo ideal sería guiarles y mostrarles la tarea de una manera más adaptada a sus capacidades y habilidades, aumentando poco a poco del nivel de dificultad, para que se vean capaces de lograrlo y logren confianza en sí mismos.

2.¡L@s niñ@s (buenos, bonitos, valientes, etc.) NO lloran!

Llorar es un acto absolutamente natural. Significa que algo pasa, que hay un sentimiento desagradable que molesta, pena, dolor, frustración, angustia, etc . Cuando nuestro hijo llora debiera sentirse libre de hacerlo, de expresar sus sentimientos sin ninguna represión. Decirle que no llore, o que cuando esta llorando no lo quieres o que se ve feo es errado, ya que le estas diciendo es que no tiene derecho a llorar y que cuando se siente triste o enojado no es digno de tu amor, ademas de que estas mostrando que no se debe expresar sentimientos. Llorar es normal, nuestro deber es aceptarlo y ofrecer nuestro consuelo en todo  momento. 
 

3. ¿Por qué no me saliste como tu hermano (primo, vecino, amigo, etc.)?

Comparar a los hijos es un error muy común y una de las cosas que más pueden marcar a un niño.  Creo que no hay nada que pueda hacer sentir más mal a un niño que ser comparado con su hermano o con otros niños de su entorno. En lugar de hacer comparaciones debemos celebrar su singularidad y cada uno de sus logros.

4. Espérate que tu padre (madre, abuelo, etc.) llegue a casa.

Esto lo recuerdo de mi infancia como si fuera ayer. Si mi madre no podía controlarnos, siempre nos “amenazaba” diciendo que esperaríamos a ver las consecuencias en cuanto papá llegara a casa. Por un lado, esto da entender que no tenemos control de la situación, y por otro, lado si queremos dar un ejemplo o explicar la consecuencia de algún acto no correcto a los niños, simplemente pierde sentido al tener que “esperar” que alguien mas lo haga después.

5. No pasó nada, estás bien.

Oigo a cada momento que cuando nuestros hijos se dan un golpe, por ejemplo, tendemos a decir “no pasó nada”. ¡La verdad es que sí pasó algo! No podemos negar un hecho que ha pasado frente a nuestros ojos, sin importar que haya sido un golpe/susto/miedo pequeño. ¿Qué mensaje estamos dando en realidad? Por un lado, que lo que le paso no fue gran cosa cuando para nuestro hijo si lo fue y a su vez le muestras la  negación de las cosas.


En este caso, es importante validar la experiencia de tu hijo y sus sentimientos consecuentes, consolarlo y apoyarlo.

 


 

6.  ¡Eres un tonto! (o tu amigo, mi jefe, mi vecina, mi madre, etc. es un tonto).

Si no queremos que nuestros hijos aprendan a subestimar a otros, a llamarlos tontos u otras cosas, no descalifiquemos nunca frente a ellos a otras personas. Mucho menos si esto se refiere a su padre o un ser querido. Y nunca jamás nos refiramos sobre ellos mismos con palabras hirientes o despectivas. No queremos dañar su autoestima ni que aprendan a descalificar a los demás.

7. No hay razón para tener miedo.


Si en un momento dado tu hijo siente miedo, pues sí hay razón, aunque a ti no te lo parezca. Para nuestros hijos siempre hay razón válida para tener miedo a ciertas cosas, personas o experiencias desconocidas. Decirles que no tengan miedo es negar los hechos y sus sentimientos nuevamente y no ayudara a evitarlo. Tal vez ayudará a que en el futuro, prefiera no confiarte sus experiencias y sentimientos. En vez de negar su emoción respetemos su deseo de no acercarse a algo o alguien, por ejemplo, y conversemos acerca del miedo para poder superarlo juntos. Así le demuestras que aceptas sus emociones y que eres digno de su confianza.
 

8. También te odio.

Llegará un día que, muy probablemente, nuestros hijos enfadados nos dirán un “te odio mamá”. Lo peor que podríamos hacer es responder inmaduramente “yo también te odio”. Aprovechemos el momento para dejar un mensaje de amor y mejor responder con un “yo te amo de todas maneras, aunque estés enojado conmigo. Cuando quieras conversamos ello.

Con ello le demostrarás tu amor incondicional y que aceptas y validas sus sentimientos y emociones, ya que todos tenemos derecho a estar enojados y decir alguna tontería de vez en cuando, aunque no por ello perderemos el amor de los demás.


9. Se hace así porque yo lo digo.

Los adultos creemos que tenemos la razón y la verdad absoluta. Lo que pueda decir un niño queda invalidado solamente porque es un niño. Los subestimamos. Este cliché simplemente no sirve de nada, porque para un niño no significa nada. Al no haber una explicación real de fondo y al escuchar también sus argumentos son como palabras al viento. Además, el hecho de no validar sus ideas, pensamientos y opiniones, los descalifica como personas y, por ende, daña su autoestima y confianza en nosotros y su entorno.

10. Cállate!.

Sea lo que sea lo que digamos gritando, suave, o de la forma que sea, decirle a un niño que se calle es humillante y honestamente una forma cruel de hablarle. Con ello estamos invalidándolo como persona, herimos su estima, sus sentimientos y su confianza. Le enseñamos que no tiene nada interesante que decirnos y que no nos interesa escucharlos.


martes, 19 de mayo de 2015

Destete nocturno. Un largo camino.


Hace más de un mes comenzamos un largo camino, un proceso de destete nocturno con mi pequeño de dos años, que ha tenido sus altos y bajos, avances y retrocesos y que vislumbro será larguísimo, ya que mi cachorro es el fan número uno de la teta, la necesita – me necesita sí o sí para seguir durmiendo en cada despertar.


 Me decidí a comenzarlo por varias razones:

-          Mi hijo despertaba entre 6 y 10 veces cada noche y no se redormía si no era mamando.

-          Incluso con la tetita, había muchas ocasiones que se ponía muy nervioso y no podía redormirse.

-          La posición para darle de mamar acostado, y tratar de descansar yo, me estaba matando de incomodidad, porque no se trata de acomodarlo a mi gusto sino de “como quedemos” según las vueltas que él se da, para no moverlo tanto y no despertarlo.

-          El cansancio acumulado en dos años de no dormir más de 2 horas seguidas y despertar innumerables veces y quedarme incómoda para darle tetita, me llevó a tener una crisis de ansiedad.

-          He tenido deseos de empujarlo y salir corriendo mientras mama eternamente . A veces me pongo muy nerviosa y de mal humor cuando no quiere soltarse y me cuesta controlarlo. Creo que, en ocasiones vivo, agitación del amamantamiento.

-          Y lo más urgente, es que queremos tener un hermanit@ y mi nivel de prolactina es demasiado alto y me está impidiendo un nuevo embarazo.

En vista de ello, me he decidido por intentar nuevamente un destete nocturno con la esperanza de que pueda descansar más y mejor y poder lograr un hermanit@. No veo posible, y la verdad tampoco quiero destetar del todo, romper el vínculo que nos da el amamantamiento a mi cachorro y a mí si él no lo pide, ya que él es muy feliz con su tetita, es su amiga que le entrega calor, amor y  seguridad.

Esta no es la primera vez que lo intentamos, pero las veces anteriores había desistido a la segunda noche ya que Damián lloraba mucho la primera noche y no se disminuía su malestar en  la segunda. Y además su carácter de día cambiaba, volviéndose más quejoso y malhumorado, siendo evidente para nosotros que no estaba preparado para el destete, que no lo estaba pasando bien.

Para el destete nocturno existen algunos métodos “oficiales”, de los cuales hemos echado mano, utilizando actualmente un potpurrí de todos ellos y donde el respeto a nuestro cachorro y su necesidad de mamá y tetita ha sido primordial, estando siempre pendientes de su reacción.

En general, ninguno de estos métodos es aconsejado antes de los 18 meses o hasta que el niño sea capaz de expresarse y entender lo que ocurraey no sienta que se trata de un abandono por parte de la mamá o que ha hecho algo malo para “merecerlo”.

Plan Padre.

Trata de que en que tanto al ir a dormir y en cada despertar sea el padre quien duerma al niño y en su subconsciente queda la idea de que también se puede dormir con papá.

El papá tiene que estar muy dispuesto y tener un abanico de estrategias a utilizar según vaya respondiendo el niño: cantarle, susurrarle, mecerle, tocarle, darle agua, etc.

Aquí lo tienes descrito paso a paso:



Método Pantley.

La autora Elizabeth Pantley en su libro “Felices sueños” habla de que el niño puede aprender a desasociar la succión del pecho con el sueño. Para ello evitar que el niño se duerma con el pezón en la boca, quitándoselo suavemente con el dedo cuando esté tranquilo, antes de que comience a dormirse, y ponerlo en su cama.

Lamentablemente no he encontrado el libro gratis en PDF para poder subirlo aquí, pero si sabes inglés puedes mirar este link de su página:


Y ver opiniones de su método en (en español):



Día y noche.

No sé si es un “método” pero consiste en hacer notar al niño, la diferencia lumínica entre el día y la noche y explicarle (recordarle en cada despertar) que es de noche porque está oscuro y cuando está oscuro todos duermen, los juguetes, mamá, papá, él mismo y las tetitas.

 


Teta cansada.

Se trata de un cuento que habla de una tetita que estaba cansada y que le pide ayuda al niño para poder descansar por las noches.

Un pequeño cuento destinado a niños mayores de 18 meses para ayudarles a reducir las tomas nocturnas cuando la mamá siente que “ha llegado el momento de descansar un poco más. Creado por Montserrat Reverte, licenciada en derecho, madre de Nicolás y Juan y moderadora de
www.DormirSinLlorar.com desde el año 2007. Para conocer más sobre su obra visita:
El baúl de Mon: http://elbauldemon.blogspot.com.es/”


 
No ofrecer, no negar.

Para el destete en general, lo mejor es utilizar el método no ofrecer, no negar, lo incluyo aquí porque también ha sido parte de nuestro proceso.

Se trata de evitar ofrecerle al niño el pecho y recurrir a otras alternativas, sea de distracción, juegos,  como de alimentos que le gusten. Si insiste o lo pide directamente no se niega.

http://www.mipediatraonline.com/destete-respetuoso-no-ofrecer-no-negar/
 

Este proceso ha sido un camino arduo y costoso, muchas quejas y muchos retrocesos, pero poquito a poco veo los avances. 
Me animé a intentarlo nuevamente porque veía pequeños detalles en él que me hacía pensar que ahora estaría preparado:

- Le gustaba dormir en “su cama” que en realidad es al lado mío, en  su cama colecho, extensión de la nuestra.

- No siempre se dormía con  la teta en la boca, si no que se despegaba y se acomodaba a mi lado.

- Muchas veces aceptaba a papá que lo durmiera cantándole, durante la siesta.

- Hubo unas noches que durmió con mi mamá hasta 4 horas seguidas.

 En la actualidad, y habiendo aplicado en este mes todas las técnicas anteriormente descritas, separadas y mezcladas, puedo contarles que mi niño ya pide, muchas noches, dormirse directamente en su cama después de mamar, aunque para dormirse me tengo que quedar a su lado con papa cantándole y dándole palmaditas en el culito o masajes en la espalda. En los despertares, la mayoría acepta redormirse de la misma manera, otros no; teta o teta.

De despertar 6 – 8 veces cada noche, ahora despierta (la mayoría de las noches) sólo 3 o 4, lo que es un tremendo avance para nosotros. No es que yo crea que dar el pecho sea “el culpable” de sus despertares, más bien ha sido la mejor ayuda en todos estos meses de insomnio obligado para mí, mamando se redormía rápido, pero sí he visto mejora en este aspecto: despierta menos. La verdad no sé si por el hecho de dejar de mamar por la noche vaya a hacer que despierte menos de lo que ya lo hace, pero ya me doy por satisfecha y me siento más descansada. Mi niño necesita despertar para confirmar que estamos con él, necesita saber que está seguro y seguro que será así hasta que su sueño madure.

Su primer tirón de sueño ha pasado de 1,5 – 2 horas a 3.5 – 4 horas la mayoría de las noches y ha dejado de despertar cada hora después, sino que lo hace cada dos horas. Lo que me da un margen mayor para descansar y llegar a tener un sueño reparador o para cenar en calma o ver una peli con mi pareja antes de irme a dormir.

Son pequeñas cosas que han ayudado a nuestro mejor descanso y, espero, a una futura concepción del hermanit@. No ha sido maravilloso ni rápido, ya que a ratos hemos tenido que suspender y retomar en unos días, porque ha sido sobre todo respetuoso.

Y nada que ver con lo que había leído que en una semana los niños ya dejaban de pedir, pero ... por algo mi Damián es así de intenso.


 

lunes, 11 de mayo de 2015

Tetitas lecheras: la de la siesta, la del reencuentro


Hace poco menos de un mes que comencé un proceso de destete nocturno, con mi cachorro, del cual hablaré más adelante, cuando haya finalizado.

Si bien aún no ha ocurrido el destete nocturno total, en alguna despertada sigue exigiendo su tetita y no se conforma con mis canciones, besitos o  caricias, puedo decir que ya no mama con la frecuencia de antes y que se puede dormir de otras maneras casi sin reclamar.
Comentándolo con una amiga me decía que para que se destete del todo por la noche, mejor que lo destete del todo por el día también, y que ella creía que sería más fácil empezar por dejar la tetita de la siesta, pero si lo pienso no creo que sea así. De hecho, esa es la tetita que a mí más me gusta, la que más disfruto. Es nuestra tetita del reencuentro diario.

Damián
Y entonces me puse a pensar en el reencuentro que vivo cada día con mi hijo y creo que es el momento de la jornada en que más cerca me siento de él.

Con seguridad no soy la única mamá que cría con apego, que da de mamar con más de 24 meses (26 ya) y que cuando vuelve a casa después del trabajo siente un inmenso amor al conectarse con su hijo a través de la lactancia.



Damián mama una vez durante la noche, otra larga, muy larga, en la madrugada antes de que yo me levante a trabajar, otra en medio o fin de la siesta y otra antes de dormir. Así que la tetita de la siesta es nuestra tetita del reencuentro, cuando después de estar separados 7 horas volvemos a estar juntitos.

Cuando estoy en el trabajo, pienso con mucha frecuencia en él ¿Qué estará haciendo? ¿Cómo estará? ¿Estará contento? ¿Estará jugando? ¿Se habrá dormido ya? Y muy a menudo, no aguanto la tentación y lo llamo para saber de él (a mi mamá, quien lo cuida). Cuando salgo, me voy “corriendo corriendo” (así le digo a él) para llegar y estar juntos.

Normalmente, cuando llego ya lleva una hora o poquito menos de siesta y procuro no tener nada que hacer para quedarme echada en la cama junto a él. Me suelo dormir en seguida o a veces me quedo mirándolo, admirándolo, me encanta verlo dormir e imaginar lo que está soñando.

Y cuando despierta, abre sus ojitos y me dice “mamá” con una gran sonrisa “olla” (hola) y enseguida agrega feliz “tetaaaaaa en boca” y ahí voy yo y libero a su mejor amiga y mama y mama hasta saciar su sed de lechita  y de calor de mamá. Ocurre, casi siempre, en este proceso que no había sacado de todo el sueño y se duerme con la teta en la boca, así que nos acomodamos los dos y seguimos durmiendo abrazados, hasta que ya despierta del todo...  y siempre muy feliz.

Me imagino que sentirá él en esos momentos… supongo que se despierta buscándome y se tranquiliza encontrándome, en medio de sus sueños algo debe alertarle que ya es la hora “mi mamá debe de estar por llegar…. Parece que ahí está la siento que se acomoda a mi lado… a ver… voy a respirar “ffffffff  (inspira)” …. síiiii es su olor… y si abro los ojitos… síiiii es ella “mamáaaa”…. “Olla”…. Me encanta porque cuando llega puedo volver a sentir la calidez de su leche en mi boca y trago la tranquilidad que ella contiene, porque estamos juntos otra vez y no nos separaremos hasta mañana cuando tenga que irse a ese lugar, trabajo dicen ellos… “mamá, teta en boca”… qué rico ahí viene mi tetita y el cuerpo y calor de mi mami, pegaditos… ahhhh qué bueno! Te echaba de menos mamá, y a mi tetita….. Uy parece que me estoy relajando otra vez ahhhh qué sueño tengo y si cierro mis ojitos otro rato? Ahhhhh mamáaaaaa, tetitaaaaa”
Damian&Mirra
Y al mismo tiempo, yo voy pensando “qué rico eres Damián, eres lo mejor de mi vida. Cuánto te eché de menos en el trabajo, pero  me vine corriendo corriendo para estar contigo. Qué pena hijo no poder dejar de trabajar para quedarme contigo en casa, pero no importa aprovecharemos toda la tarde y la noche juntos. Te miro y estás tan grande, mi amor, has estirado muchísimo y eres el amorcito de mi vida de mi alma y de mi corazón, muy simpático, divertido, inteligente, cariñoso y guapo! Ay Damián que feliz soy a tu lado, qué felices somos los tres, a pesar de dormir tan poco, hijo, cuándo vas a mejorar eso? Sería perfecto. Mi amor, como se mueve tu boquita, chupa que te chupa, qué rico sentirte tragar, seguro estás disfrutando este momento tanto como yo… cerca, cerquita mio, mmmmmm (inspiro) huelo tu pelito, hueles  a cachorro mi perrito… te amo tanto… (cierro mis ojitos)…

Definitivamente no, si depende de mí la tetita del reencuentro será la última que retire en este proceso de destete.

lunes, 4 de mayo de 2015

Si, todavía amamanto y acá están las razones.



¿Y todavía la sigues amamantando?
 Es una pregunta que escucho casi a diario cuando amamanto a mi hija de 2 años y 3 meses. Esta pregunta no viene solo de desconocidos, es más, me la hacen mucho mas personas cercanas a mi círculo.
Trato de ser empática… estas personas están bombardeadas con información errónea. Es raro en nuestros tiempos ver un niño de 2 años tomando pecho. Nadie sabe los beneficios de amamantar hasta los 2 años y mas, y estos no están precisamente publicitados por todos lados, a diferencia de los grandes “beneficios” de la leche de vaca.

El amamantar niños mas allá de 1 año, no es una nueva moda ni un capricho de los “padres hippies”. En realidad es totalmente normal y parte del desarrollo de un bebé.
Muchas personas no saben, que el promedio de destete de un ser humano es a los 4,2 años y que la Organización Mundial de la Salud, recomienda alimentar exclusivamente a los niños con leche materna hasta los 6 meses y continuar con la leche materna (junto con las comidas complementarias) hasta el segundo cumpleaños de los niños y mas, si ambos lo desean.

La realidad es que trato que no me moleste, pero muchas veces me molesta esta pregunta, sobre todo cuando va cargada de una cara de impresión como si estuvieran viendo un acto desagradable.  Esta, creo que es una de las cosas difíciles de lidiar cuando amamantas a un infante… las críticas.

En este punto, ya superaste dolores que no creías que existían, desvelos, desastres porque se te sale la leche en cualquier parte y hasta mastitis o cualquier otra infección.  Has llegado al punto en que tu hijo habla, come de todo, corre y tiene dientes. Probablemente ni siquiera planeaste amamantar por tantos meses, pero si tu bebé es un “teta-adicto” como la mía, te darás cuenta que es un beneficio enorme, que te ayuda a calmarlo, que ahora finalmente es fácil y lo disfrutas. Ver su carita de felicidad cuando sabe que vas a darle la tetita no tiene comparación.

Tu bebé sigue siendo tu bebé, no importa si tiene 10 meses o 3 años, sigues tomando decisiones por su bien y por lo que a ti te acomode. Como todo en la pa/maternidad, amamantar es un viaje que finalmente terminará acabando. Si, puede ser difícil entender y tener que dar explicaciones continuamente a los amigos, familiares y hasta a los extraños de las decisiones que has tomado, especialmente con esas preguntas tan extrañas que te hacen en todo momento… especialmente ¿Todavía lo sigues amamantando?...probablemente con un tono juzgón.

Acá va mi respuesta, y probablemente  la de muchas madres: Si, todavía, y soy muy feliz, principalmente porque amamantar:

# 1 Simplemente es normal

Ok, talvez no es muy normal para muchas personas a tu alrededor, en  esta sociedad occidental, pero en la mayor parte del mundo amamantar a un niño mas alla de 2 años es completamente normal y natural. No estamos solas.

#2 Es bueno para su sistema inmunológico

La leche materna provee a tu bebé una gran cantidad de anticuerpos cargados de células madres.  A los 2 años no está completamente maduro su escudo de defensas, esto ocurre alrededor de los 5 por lo que continuar amamantando a tu infante le ayuda a prevenir enfermedades. Adicionalmente, cuando los virus y bacterias llegan el niño amamantado tiene mejor la capacidad de reaccionar rápidamente en búsqueda de la sanción. Según la Academia Americana de Médicos Familiares, un niño amamantado mas allá de 2 años se enferman menos y se recuperan mucho mas rápido que los niños que no son amamantados.

#3 Es bueno para su desarrollo cerebral

Numerosos estudios han establecido conexiones directas entre la lactancia materna y la inteligencia. Un estudio en Nueva Zelanda encontró que la lactancia materna más allá de 12 meses reduce el riesgo de problemas de comportamiento en los niños de entre 6 y ocho 8 de edad.

#4 Es fácil y le da confort

No hay nada malo con que la lactancia materna sea utilizada para el confort. No tiene nada de malo ser “un chupete humano”. El confort es muy importante, especialmente para los niños pequeños que están en constante desarrollo, llenos de cambios diarios. La lactancia materna proporciona una forma rápida y fácil de ayudar a tu niño a calmarse ante cualquier evento, como un golpe o caída, para dormir, para calmar cualquier temor. La lactancia materna, incluso tiene la ventaja de ofrecer alivio al dolor, aliviar el malestar de tu hijo durante una enfermedad.


#5 Porque es nutritivo

La leche materna cambia a medida que el niño crece. La leche materna que le damos a nustros hijos después del año es completamente distinta a la que le dimos de recién nacido. Los niños pequeños necesitan un mayor contenido de grasa en su dieta, y para satisfacer esta demanda, el contenido de grasa en la leche materna también se incrementará. Es simplemente maravilloso! De hecho, según un estudio de 2001, 448 ml de leche materna puede proporcionar a un niño de 1 año:
·      ¼ parte de sus necesidades de energía
·      Más de 1/3 de sus necesidades de proteínas y calcio,
·      ¾  partes de sus necesidades de vitamina A y ácido fólico
·      Más de la mitad de sus necesidades de vitamina C
·      Más de un 90% de requerimientos de vitamina B12


Como se puede ver, la leche de mamá está llenísima de nutrientes, y benefician el desarrollo de nuestros niños. Muchas madres que continuamos amamantando niños pequeños encontramos altamente beneficioso hacerlo especialmente cuando están enfermos. Tener un hijo mal de salud y que no haya querido comer por días da miedo, pero si estas amamantando, entonces sabrás que tu hijo ha estado recibiendo muchos de los nutrientes esenciales que necesita diariamente a través de la lactancia materna.  

 #6 Porque ambas queremos y el destete aún no ha tocado la puerta


 Ya sea que estés esperando que el destete llegue de forma natural, o irlo haciendo lentamente a un ritmo que ambos se sientan cómodos, si sigues amamantando es porque simplemente el momento de acabar no ha llegado. No es necesario apresurar este momento, nos podemos tomar el tiempo que queramos, es nuestra decisión y la de nadie mas.   




Si quieres informarte más visita: