“Él es un bebé muy dulce pero no le gusta quedarse solo ni un
segundito y creo que la presión social con frases como " déjalo que
llore" “no lo cargues" “¿por qué es tan llorón?" “eso es
manipulación para que lo cargues” y
cosas de ese estilo me hacen más difícil mi tarea porque siento que soy
culpable de que mi bebé sea así…”
Pues sí, seguimos
confirmando lo desafortunados que son algunos comentarios de nuestros queridos
opinólogos sobre la crianza que le damos a nuestros niños, lo que se hace más
difícil de sobrellevar si somos madres primerizas. Nos confunden, nos hacen
sentir culpables y nos llevan a pensar que estamos criando de mala manera a
nuestros hijos.
Recordemos que
malcriar sería no hacerle caso a las necesidades del bebé, y dejarlo sólo
sintiendo que lo que le pasa no le importa a nadie.
Para
“combatir” a los opinólogos, la recomendación es sencilla, infórmate sobre cómo
funcionan y actúan los bebés y decide informadamente sobre la mejor manera en
la que en la que vas a educar, una que te deje tranquil@ y seguro de estar dando lo mejor de
ti para responder a las necesidades físicas y emocionales de tu hij@.
Te recomendamos leer nuestro post. “¿Por qué me critican la crianza? La importancia de la tribu.”
El tema de
este post es la manipulación de la que madres y padres somos objetos por parte
de nuestros bebés.
¿Mi bebé me
manipula? La respuesta es sí, si no ¿Cómo crees que lograría sobrevivir cuando
nace dependiente absolutamente de otra persona?
Al buscar el
término “manipular” en el diccionario de la Real Academia Española, nos
encontramos las siguientes acepciones:
“manipular".
3. tr. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la
política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de
intereses particulares.
Como me parece
poco probable que un bebé se dedique a la política, el mercado, los negocios,
etc., me quedaré con las dos primeras definiciones. Según éstas nuestro bebé
nos utiliza, como un instrumento, para lograr lo que necesita o nos manosea o
soba demasiado.
Debo confesar
que la segunda posibilidad me encanta y que la primera me parece lógica, si él
mismo no es capaz de proveerse de lo que necesita, ¿No es lógico que me
“manipule” para tenerlo?
Cuando son
bien bebitos manipulan a otros para obtener alimento, calor, comodidad, amor,
etc. ¿Y cómo lo hacen? ¡Llorando! Pues no tienen otra manera de expresar lo que
están necesitando en ese momento. ¡Nos manipula para satisfacer sus necesidades
básicas!
Cuando van
creciendo, nos siguen manipulando, porque hay cosas que ellos no pueden
realizar por sí mismos y necesitan de alguien que les ayude a obtenerlo;
alcanzar un objeto, preparar su comida, limpiarse el culito, etc.
Ahora si los
que nos quieren “hacer ver” es que nuestro bebé nos engaña con artimañas para
obtener algo (como en la definición 3 y 4), no estoy de acuerdo con ello, simplemente
porque un niño de menos de 3 o 4 años no es capaz de engañar ni mentir ni de
utilizar medios astutos, dado que cognitivamente su cerebro no se ha
desarrollado para ello.
Para ser capaz
de lo anterior es estrictamente necesario pasar un proceso cognitivo (de
pensamiento) que nos permite imaginar lo que otro puede pensar en una situación
y momento determinado. Esto se ha llamado en psicología “teoría de la mente”.
Un niño que no
ha desarrollado ésta es imposible que sea capaz de engañar. Los niños
simplemente hacen demostración de sus necesidades y deseos, con sonrisas, con
llantos, con cantos, con las herramientas de que dispongan es ese momento de su
desarrollo.
La
teoría de la mente se refiere a la habilidad para
comprender y predecir la conducta de otras personas, sus conocimientos, sus
intenciones, sus emociones y sus creencias. Se desarrolla entre los 3 y 6 años,
siendo lo más habitual a los 4 o 5 años.
Un ejemplo aclarador puede ser el siguiente video, para entender de lo
que hablamos
Para saber más
puedes descargar el siguiente artículo ¿Qué es la teoría de la mente? De J. Tirapu-Ustárroz a, G. Pérez-Sayes a, M. Erekatxo-Bilbao a, C.
Pelegrín-Valero en
Muchas veces
nos dicen también que los niños nos manipulan con sus rabietas. Esto tampoco es
cierto, las rabietas son un tipo de expresión de estados emocionales en el
niño, principalmente de frustración y rabia, que suelen darse a partir de los
12 – 18 meses hasta los 4 años aprox., alcanzando su pick a los 2 – 3 años.
Son un paso
intermedio entre el llanto por pura expresión de necesidades fisiológicas y
emocionales del bebé y la adquisición de la teoría de la mente, con la cual los
niños adquieren la capacidad de mentir y engañar (no significa que siempre lo
harán)para obtener lo que quieren.
Si bien de las
rabietas hablaremos más adelante, aquí queremos hacer hincapié que en que no
son expresiones manipulativas si no una etapa normal y deseable, que todo niño
debe pasar, ya que se dan en un período en que él/ella empieza a confirmar su
yo y demostrar sus deseos.
Suelen ocurrir
cuando el niño no obtiene lo que quiere en ese momento, ya que no le entienden
o no le quieren o deben dar lo que él pide.
A esta edad un
niño manifiesta su independencia negando al otro, la palabra más usada
será “no”, llevando la contraria está
demostrando que él es una persona diferente que piensa y desea cosas diferentes
de sus cuidadores. Realmente no razona (no tiene la capacidad) y no sabe lo que
está haciendo, sino que es un proceso psicológico normal.
El conflicto
viene, cuando los padres no entienden el proceso por el que su hijo pasa y
creen que hace lo que hace porque es rebelde y quiere desafiarlos. Sería
distinto si viéramos el mensaje real que
sería algo así como: “¿Ves? Estoy creciendo y ya quiero tomar mis propias
decisiones”.
Ante las
rabietas lo mejor es entenderlas como lo que son y mantener la calma, ya que
pasarán solas con la edad. No tienes que hacer nada especial más que evitarlas
y contenerlas con cariño. En otro post veremos específicamente cómo hacer más para
ello.
Y no lo
olvides…
“Quiéreme
cuando menos me lo merezca, porque será cuando más lo necesite”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario