lunes, 3 de noviembre de 2014

Un par de mamás al 100

Hola a tod@s!

Como parte del inicio de esta experiencia, nos encantaría que conozcan algo de las mamás detrás de este blog y nuestra motivación para empezarlo. 



Mirra, Chilena residente en España. Casada aquí y madre de mi cachorrito Damián hace casi 20 meses.
Al inicio de mi camino como madre, me di cuenta que Damián no respondía al patrón de bebé que yo tenía en mi cabeza.  En vez de ser un bebito que se quedaba tranquilo después de tomar su tetita  y dormir durante muchas horas en su cuna, era un bebé extremadamente despierto, con los ojos siempre abiertos y mirándolo todo. Se dormía al pecho (eso sí) del que estaba prendido muchísimas horas al día, pero sus siestas duraban 20 minutos y debía de hacerla en mis brazos, si no lloraba como un desquiciado.
A los días de verme enfrentada a mi inesperada nueva realidad,  me sentía confundida en mis maneras de actuar, incapaz e insuficiente para atenderlo, y extremadamente agotada tanto física como mentalmente. Con la sensación creciente de estar llegando al límite de mis fuerzas en todo sentido. Por otro lado, los conocidos (y los no tanto) aportaban a esta sensación con sus opiniones, muchas de ellas contradictorias y la mayoría sin sentido para mí; que se queda con hambre, que dale fórmula, que si no lo cojas tanto porque lo mal acostumbras, que déjale llorar para que aprenda a estar solo, que si está enfermo… y un largo etc.
Una buena amiga me había hablado de la crianza natural, cuando estaba embarazada, había leído algo pero no le había prestado mayor atención. Entonces, en mi desesperación  lo recordé y empecé a averiguar más sobre el tema, leí a autores como Rosa Jové y Carlos González. Y maravillosamente, descubrí que llevando a cabo los consejos dados por ellos y este estilo de crianza, (que para quien no conozca habla básicamente de respetar la naturaleza del niño y satisfacer su necesidad de mamá constante con teta a demanda, porteo y colecho), mi hijo estaba mucho más tranquilo y yo también.  Así fue que comencé a profundizar sobre la crianza con apego, practicarla y a participar en diversos foros y páginas web de crianza respetuosa.



Dora, Salvadoreña y residente en Chile, mamá de Camila desde hace 20 meses.
Ya un buen tiempo atrás tenía la inquietud de poder tener un espacio propio de "desahogo", aprendizaje y para poder llevar información que me habría encantado tener presente al momento de mi parto y en los primeros meses de la vida de mi hija.
Una de las tantas coincidencias con Mirra es que ambas tenemos hijos que salen del patrón de lo que te cuentan que puede ser un bebé: come y duerme muchas horas, a partir de unos meses duerme de corrido (o al menos se despierta cada 4 horas a comer), es capaz de quedarse solito jugando un rato, llora poco... y si, este tipo de bebés parecen sacados de un libro, son pocos, pero existen.
Camila mi hija al contrario, desde recién nacida dormía bien poco o nada, hacía tomas cada 45 minutos día y noche, tenía (tiene) el síndrome de la "cuna con puas", la mayor parte del día se la pasaba colgada en el fular y durante meses lo único que sentía que hacía era amamantarla y tratar que durmiera (cuando lo lograba era una micro siesta que no me daba tiempo ni de bañarme). Tenía una mirada que parecía que se quería comer el mundo, y a la fecha es así, es muy observadora, necesita mucha atención, aún se duerme en la mochila portabebe  y hay noches donde todavía tengo que amamantarla cada 1 hora para que vuelva a dormir... esto por supuesto es propio de todos los niños, pero estoy convencida que en escalas diferentes.

En mi desesperación, buscando información llegue al término "bebé de alta demanda" de lo cual hablaremos después y fui entendiendo que esa frustración tan profunda que sentía era porque las expectativas de bebé ideal versus el comportamiento de mi bebé eran abismalmente distintas.
Gracias a mucha información que empezó a llegar a mis manos se me abrió el mundo de la crianza con apego/ respetuosa, algo dentro de mi me dijo que eso era lo que mas se acoplaba a lo que quería para Cami y si bien ha sido cansado no me arrepiento para nada del camino que tomamos (a cuestas y empedrado como digo algunas veces).

Una de las cosas maravillosas de ser mamá es todo lo que conlleva los hijos te unen, traen amistad y muchas personas con quien compartir. Mirra y yo nos conocimos en una tribu virtual y comenzó una bonita amistad al compartir el estilo de crianza, la maternidad fuera de nuestro país de origen y lejos de nuestras familias, ser parejas multiculturales, pero sobretodo que compartimos la experiencia extrema de ser madres primerizas de hij@s de alta demanda.

Así fue que nuestra relación se ha ido estrechando con el tiempo, todo lo que la virtualidad y un océano entre medio nos permite. Al principio teníamos miedo de no ser capaces de poder responder a las responsabilidades de administrar un blog, teniendo en cuenta las intensas características que nuestra maternidad conlleva... Pero aquí estamos, emocionadas y con el único deseo que la información que aquí se comparta y nuestras experiencias sean de gran utilidad.





1 comentario:

  1. Mis queridas amigas, a pesar de la distancia les acompaño y sigo de cerca. Cuando el agotamiento me invade, les recuerdo y saco fuerza de su ejemplo, de su entereza para a pesar del cansancio criar de manera tan respetuosa a sus cachorros. Abrazos.

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