martes, 11 de noviembre de 2014

Esto no es como me habían contado!



Cuando piensas que vas a ser madre o cuando estás embarazada y eres primeriza, te imaginas tu vida como la ves en las películas; feliz con un niño risueño en tus brazos o durmiendo apaciblemente en su cunita. Te imaginas la vida como la ves en los parques; bebés paseando en sus cochecitos, parejas con sus bebés tomados de la mano y paseando felices.

Esta visión se refuerza si no tienes contacto cercano con bebés y con frases hechas como “dormir como un bebé” o “los bebés sólo comen y duermen”. Más aún si tus amigas cercanas no tienen bebés y las que las los tienen se ven felices y descansadas.

Así de informada te vas en busca de la maternidad, esperas tu niño, y ya en el hospital vas viendo que, no es como te lo habían contado! Tu hij@ no duerme todo el día y, cuando duerme debe ser en tu pecho, en tus brazos, si no … lloros desesperados y gritos. Optas por dejarlo en tu pecho para que esté tranquilo, pensando que cuando llegues a casa y pasen los días, va a cambiar.

Llegas a casa feliz, lo instalas en su cunita y parece que le pinchan los clavos que metiste en el colchón, (no, el colchón no tiene ni clavos ni espinas), pues parece que todavía no se acostumbra a estar fuera de mami y quiere bracitos. Lo coges y lo metes contigo y tu pareja a la cama, a ver si así pueden dormir mejor.

La rutina del día a día se va instalando en casa con el nuevo integrante de la familia. Tu bebé sólo duerme tranquilo sobre ti, así que te pasas los primeros días (o meses) con el niño en brazos. A cada intento de dejarlo sobre otra superficie, se despierta automáticamente y a llorar. Tampoco aguanta el capazo del cochecito, así que optas por portearlo todo el tiempo; brazos, bandolera, etc., pegadito a ti parece que está mejor.

La gente te comenta que es raro, que no habían conocido a ningún niño como el tuyo, que no duerma si no está en brazos y que haga siestas tan cortas (El mío las hacía de 20 o 30 minutos aprox., después mamaba una hora y otra siesta, y así). No estará enfermo? No se quedará con hambre? (a lo mejor tu leche no alimenta). Puede ser, mal que mal esta no es la visión que tenías de los bebés, por lo tanto, asustada por las posibilidades te vas al médico. Tu bebé está sano, perfecto, sube de peso.

La pediatra te recomienda dejarlo llorar porque así se va a acostumbrar a dormir solo, te suena conocido porque alguien ya te lo había dicho. No sabes qué hacer, si la pediatra lo dice debe ser algo bueno, pero no sé hay algo que te hace pensar que no será bueno. Intentas una noche dejarlo llorar y a los 2 minutos ya estás llorando tú. No, no es la opción.
Así que sigues tu instinto, siguen durmiendo los tres en la cama, tú dormitando a sobresaltos, con el niño encima y acomodándote cómo puedes para dormir lo mejor posible.
El relato anterior no es una ficción, nos representa en nuestras experiencias y a muchas otras madres que llegan a descubrir que el sueño de sus niños no es lo que esperaban. Nosotras buscamos y encontramos ayuda en el colecho, así estamos al lado de nuestros hijos para atender sus despertares antes de que se desvele del todo, y en la tetita nocturna que ayuda mucho al bebé a reconciliar el sueño, ya que la leche materna contiene, durante la noche, una hormona que hace que el bebé se reduerma.

No sabemos cuánto tiempo seguiremos así, pero sabemos que en algún momento nuestros peques comenzarán a dormir del tirón. Hemos ido avanzando conforme pasa el tiempo, de estar prácticamente toda la noche en vela a 3 despertares, las noches buenas. Es un camino lento, pero respetuoso en las necesidades del niño, y seguro. Seguro que su sueño madurará y podremos descansar todos muchísimo mejor.

Si estás en esta misma situación y ya has confirmado que a tu bebé no le pasa nada, tranquilízate. No sucumbas a los consejos de dejarlo llorar porque no es sano para su cerebro ni para su psiquis, más adelante profundizaremos en el tema y veremos por qué. Lo mejor (aunque no sea lo más fácil y sea lo más agotador) es que lo portees durante el día, que lo duermas cerquita tuyo meciéndolo o con el pecho, si lo lactas, que le cantes y lo arrulles. Si se despierta mucho por las noches puedes meterlo en tu cama o poner su cunita pegada a tu cama (cuna de colecho), sin el lateral, así están cerquitas.

Y sobre todo, cambia tu chip no todos los niños duermen bien, es un mito, su cerebro está madurando y su sueño también. Lo más normal es que despierten para sentir que no están solos y cerciorarse de que mamá los protege y los cuida también de noche. Ánimo y mucho amor, paz – ciencia y piensa que estás criando un bebé feliz.

Los esfuerzos valen la pena.

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